lunes, 10 de marzo de 2014

Reseña. Marx, Karl. 1946 (1867) El capital, critica de la economía política. Capítulo 23 del Volumen I: La ley general de la acumulación capitalista. Págs. 517-606 Traducción de Wenceslao Roces. Fondo de Cultura Económica. Bogotá.


  1. Ficha bibliográfica.

Marx, Karl. 1946 (1867) El capital, critica de la economía política. Capítulo 23 del Volumen I: La ley general de la acumulación capitalista. Págs. 517-606  Traducción de Wenceslao Roces. Fondo de Cultura Económica. Bogotá.

  1. Datos del autor.

Marx publica en Berlín, hacia 1859, Una contribución a la crítica de la economía política; texto que será el germen de un estudio diferente. Afirma Engels que “Apenas acababa de editarse esta primera parte cuando Marx se dio cuenta de que, en realidad, aún no tenía del todo claros los detalles de la ejecución de las ideas básicas de las partes subsiguientes; el manuscrito, que aún existe, es la mejor prueba de ello.” (Engels, 1878) el primer tomo de El Capital será publicado en Hamburgo en 1867. El impacto de la obra de Marx en el mundo es aun innumerable, no solamente por sus publicaciones sino por su actividad en los procesos de lucha social en Europa. Comprender la dinámica social, económica, política y cultural de la sociedad capitalista necesariamente implica la lectura y relectura de la vida y obra de Marx. Desde mi perspectiva, como antropóloga, junto a la inmensa contribución teórica de Marx, será la construcción del método científico del materialismo dialéctico y el materialismo histórico, el aporte central para el conocimiento y transformación de la sociedad.

  1. Propósito del texto.

Explicar el proceso de acumulación capitalista, que consiste en una espiral en la que la plusvalía se convierte en mayor cantidad de capital. Ese proceso genera un movimiento entre la concentración y centralización, que consiste en la acción del capital que devora capitales. A su vez este proceso implica una fuerza constante que destruye capitales frágiles y genera una superpoblación obrera, en las peores condiciones de vida, como eje central para continuar el ciclo que busca aumentar en cuanto a capital constante y tiende a disminuir en cuanto a capital variable.

  1. Estructura del texto.

Utilizando la forma de exposición propia de Marx, el capítulo comienza con la relación detallada de las categorías simples que explican la ley de la acumulación capitalista. Para este momento es necesaria la comprensión esquemática de la composición del capital. Luego articula, a esta categoría simple, el movimiento que surge de la relación entre la disminución relativa del capital variable y el aumento en la acumulación y concentración del capital global.

Hasta aquí el autor nos ofrece la explicación de una de las formas que asume la contradicción entre capital privado y trabajo asalariado. Con esa claridad el autor construye la categoría de ejército industrial de reserva, población sobrante, que es clave para comprender el impacto de la ley de acumulación capitalista en la vida de los obreros; así el autor puede presentar las diversas modalidades de la superpoblación relativa, que requiere la dinámica de la ley de acumulación. El capítulo continúa con la ilustración detallada de esta ley mediante el impacto en la vida de la clase obrera entre los años 1846 a 1866 en Inglaterra, donde el capitalismo había alcanzado su mayor desarrollo para la época, también ilustra el caso de Irlanda afectada por el desarrollo británico, la relación entre el capitalismo de los dos países, sus diferencias y la aparente salida de la superpoblación mediante la emigración a Norteamérica.


Es aquí donde aparece la categoría de crisis. La necesidad del capital de producir contantemente mayor plusvalía que a su vez se convierte en capital, implica una anárquica expansión de la producción, el crédito y la especulación, que busca romper los límites que el mismo ciclo crea; en un crecimiento desmedido, similar a un cáncer que hace metástasis. Toda salida a cada momento de crisis implica que el capital global debe alimentarse del capital variable[1] como elemento regulador del ciclo.

  1. Tesis centrales del autor.

  • Doble carácter del capital variable

El capital variable es la unidad que forman la fuerza de trabajo (masa, cantidad y calidad) con el valor de la fuerza de trabajo (salarios); que, a su vez, conforma una unidad con los medios de producción (cantidad y calidad) y el valor de los medios de producción (capital invertido) en lo que Marx llama la composición del capital. Afirmo un doble carácter en el capital variable por la relación cantidad-cualidad y valor.

Como el capital variable es la fuerza viva de trabajo, con las características propias del trabajo humano, pero separado del sujeto en las relaciones de producción; ese trabajo se cualifica y mejora, aumentado la producción sin que implique que esa mejora se represente en aumento de su valor. Por el contrario, para el capitalista, la plusvalía de la que se apropia en el proceso de producción se invierte en capital constante (para producir más plusvalía), haciendo que el capital variable cada vez requiera de menor inversión. Esa carácter del capital variable hace que, en términos esquemáticos, de una parte sea cada vez más productivo, pero de otra sea más barato (por reducción de la cantidad de obreros necesarios para la misma producción, resultado de la tecnología y la experticia) En este esquema está la esencia de la acumulación capitalista, que debe ser estudiada de acuerdo a las condiciones particulares en las que se expresa.

  • Producción de superpoblación relativa

La ley de acumulación capitalista se sustenta en la manipulación (explotación y abandono) de la población obrera; es decir que en sus ciclos, la producción capitalista, debe garantizar la mano de obra necesaria para momentos de gran desarrollo y la capacidad de deshacerse de la mano de obra cuando no se requiere. La rapidez con que se suceden estos ciclos, dados, entre otros factores por los procesos de acumulación y centralización del capital, implica la creación y constante aumento de una suerte de población sobrante, que Marx llama ejercito industrial de reserva, que permite al sistema mantener al obrero dispuesto a venderse en las peores condiciones, por el miedo al desempleo y la hambruna, a la vez que garantiza la mano de obra barata para los momentos de auge en la producción. En esta medida, el trabajo no respondería a la ley de la oferta y la demanda como si fuese una mercancía más; porque está directamente relacionado con la producción de plusvalía y siempre debe dedicarse al aumento del capital.

En este punto es clave comprender que el aumento del capital no es un proceso puramente cuantitativo, por el contrario, se trata de un cambio cualitativo de la composición del capital; en este sentido es claro Marx cuando afirma: “la acumulación del capital… se desarrolla… haciendo aumentar incesantemente el capital constante a costa del capital variable” (pág. 532) Es la población obrera la que produce la acumulación del capital por medio de la plusvalía, que es apropiada por el capitalista, por tanto es esta misma población la que produce las condiciones para el exceso de obreros. Esta superpoblación es uno de los elementos fundantes del sistema capitalista.

  • Carácter antagónico de la acumulación capitalista

Con las tesis anteriores se puede comprender que la acumulación capitalista genera en la sociedad dos movimientos antagónicos: de un lado, por los procesos de centralización, la acumulación de riqueza en unas pocas manos, que tiende a continuar indefinidamente a costa de todo lo existente (humanidad y naturaleza) y por el otro la acumulación de miseria, cada vez más generalizada y extrema, acompañada de su par necesario, el desastre ambiental. Este carácter antagónico de la acumulación implica que, para los obreros, es cada vez más difícil romper su dependencia de la explotación capitalista, porque en el proceso de generar plusvalía, el obrero fortalece el sistema capitalista. Sin embargo ese mismo carácter antagónico le implica al sistema de producción enfrentar cada vez mayores límites en su crecimiento desbocado, lo que lleva a que de cada nueva crisis salga más frágil, aunque más voraz. Ese mismo antagonismo podría aportar en la comprensión de la crisis como parte constitutiva del desarrollo capitalista y, en ese sentido, entenderla como fortaleza central del sistema y no como debilidad; finalmente lo que muestra la ley de la acumulación capitalista es la capacidad que tiene el sistema de sobrevivir en la anarquía de la producción sin límites, a costa de la organización constante de la sociedad de acuerdo a los absurdos caminos trazados por el capital.

  1. Valoración personal del texto.

Desde las teorías económicas herederas de la economía política (que es la base de los estudios marxistas) se puede seguir tratando de enfrentar la pobreza y la destrucción ambiental como factores enojosos, más no letales, para el desarrollo capitalista; sin embargo la única manera de combatir con éxito esos «factores» que ponen en riesgo la vida de la humanidad en el planeta, solo serán enfrentados realmente cuando se comprenda ese carácter antagónico de la acumulación y se empiece a luchar contra la riqueza capitalista.

La lectura de Marx siempre me invita a dejar el pensamiento lineal y construir, en la acción, un pensamiento dialéctico. Considero que la claridad ético política de la academia es clave para que impacte la vida social y no sea sencillamente un “campo de juego de capitales simbólicos”, en términos de Bourdieu, que a duras penas sobrevive en la economía neoliberal, sobre todo en el ilustrativo caso colombiano.

La vida y obra de Karl Marx superan con mucho el momento anecdótico de un sujeto, allí se sintetiza gran parte de la historia humana, en una mirada hacia nosotros mismos como especie consciente. En ese orden de ideas me surge la reflexión sobre el egoísmo individualista que permea nuestras miradas de corta duración (el mismo Marx hace esa mirada cuando, ante el despliegue de rapidez en los cambios sociales que trae el capitalismo, asegura el pronto fin del sistema[2]) Casi todas las tradiciones de pensamiento ancestral, que siguen vivas en millares de pueblos originarios, se piensan lo humano en complejas relaciones espacio temporales que conectan todo el cosmos y el caos. El tiempo humano es todo el tiempo, el territorio de la vida es el único territorio. Cada acción individual responde, como diría Marx, a múltiples determinaciones; cada acción es determinante de múltiples cuestiones. Si algo es clave en el aporte científico de Marx es que el conocimiento es un compromiso vital que va mucho más allá de la utilidad técnica.

Bibliografía adicional.

Engels, Friedrich. 1878. Biografía de Karl Marx – 1892 Marx, Heinrich Karl. Escrito entre el 9 y el 25 de Noviembre de 1892 (muerto Marx) Primera publicación: Handwörterbuch der Staatswissenschaften, 1892. Fuente: MECW, vol. 27, pág. 332. Traducción del inglés: Isabel Blanco. En: http://www.e-torredebabel.com/Biografias/Marx/Engels-Biografia-Marx-1892.htm


[1] “La riqueza nacional se identifica, por naturaleza, con la pobreza popular.” (resaltado del autor) Pág. 656. Capítulo 25 Moderna teoría de la colonización
[2] “La trasformación de la propiedad privada dispersa y basada en el trabajo personal del individuo en propiedad privada capitalista fue, naturalmente, un proceso muchísimo más lento, más duro y más difícil, que será la trasformación de la propiedad capitalista, que en realidad descansa ya sobre métodos sociales de producción, en propiedad social. Allí se trataba de la expropiación de la masa del pueblo por unos cuantos usurpadores; aquí, de la expropiación de unos cuantos usurpadores por la masa del pueblo” (resaltado del autor) pág. 649. Capítulo 24

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